martes, 24 de marzo de 2015

Siete maravillas de Valencia que no se pueden visitar


Siete maravillas 
de Valencia que no se 
pueden visitar



VALENCIA. Valencia atesora un gran patrimonio inmueble, principalmente de su época dorada, el siglo XV, cuando la ciudad fue la más próspera de España. Buena parte de esos edificios son de propiedad pública y pese a ello no son visitables para los ciudadanos. El Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural ha denunciado en reiteradas ocasiones que al menos quince BIC's incumplen la Ley de Patrimonio y carecen de cualquier régimen de visitas. 
Pese a las peticiones de éste y otros colectivos en defensa del Patrimonio, desde la administración valenciana no se ha ofrecido una solución conjunta a este conflicto. Son cada departamento e institución los que gestionan de manera individual el régimen de visitas y accesibilidad de estos espacios que, en todos los casos, son parte de la historia de la ciudad y de España, con algunos casos tan significativos como el palacio donde se reunía la Academia de los Nocturnos. He aquí siete de esas maravillas escondidas.
1. PALACIO DEL ALMIRANTE
Actualmente es sede de la Conselleria de Economía y Hacienda. Es un palacio medieval gótico que sufrió dos intervenciones, una en el siglo XVIII y otra en 1925 realizada por el arquitecto Joaquín Rieta Sister. Fue levantado en el siglo XV para la familia Cardona, quienes tras la Reconquista fueron nombrados almirantes de Aragón, de ahí su nombre. En 1985 Emilio Giménez, uno de los arquitectos autores del IVAM, efectuó una restauración que es la que le ha dado al edificio su actual aspecto.
Se considera al Palacio del Almirante como la obra de arquitectura privada más importante del gótico. El arquitecto valenciano José Ignacio Casar Pinazo lo considera como la protípica casa palacio, y destaca la belleza de todo el conjunto que supone desde el acceso hasta las salas, hasta llegar al despacho principal, donde ahora está el despacho del conseller. "Debería ser visitable y no sólo la parte de abajo, sino también la de arriba", pide. En la Conselleria admiten que debe hacerse más asequible el edificio y a este respecto señalan que han puesto ya en marcha una campaña de divulgación del edificio que incluye un tríptico informativo. "Queremos que en breve haya un régimen de visitas para que la gente pueda verlo", comentan. "No el despacho del conseller pero sí otras dependencias", matizan.
FOTO: J. DÍEZ ARNAL.2. HOSPITAL DE LOS SACERDOTES POBRES
Según consta en la guía de Valencia del Marqués de Cruïlles, publicada en 1876 y referencia histórica donde las haya, el Hospital de los Sacerdotes Pobres es el primer hospital construido en el interior de la ciudad tras la Reconquista. Hay constancia de que la Cofradía de Santa María de la Catedral "en 1394 había adquirido sitio y fabricado hospital", si bien puede que fuera levantado antes. No queda nada de sus orígenes góticos, ya que fue remodelado en los siglos XVII y XVIII. Estas intervenciones son las que les han dado su actual aspecto.
Dice el presidente de la Comisión Diocesana de Liturgia, Jaime Sancho, y encargado del Patrimonio del Arzobispado de Valencia, que lo más destacable del Hospital, más que su arquitectura, es su azulejería, a la que califica de "maravilla". Actualmente se emplea como residencia de estudiantes de Teología de la Universidad Católica, profesores y sacerdotes, si bien Sancho se muestra partidario de abrirlo y establecer un régimen de visitas. "Conozco bien el sitio; voy muchas a veces a comer allí y no vería mal que se pudiera visitar durante unas horas al día", apunta. "Seguro que los residentes se acostumbran", vaticina.
3. PALACIO DEL TEMPLE
Hay quien habla incluso de la maldición del Temple. Y no parece ir muy desencaminado. Por un motivo u otro, el edificio se encuentra en obras desde hace tres años y "no se puede visitar de ninguna manera", recuerda Casar Pinazo. El palacio, que forma parte del mismo conjunto con la iglesia, perteneció a la Orden de Montesa, heredera de los famosos templarios. Fue levantado por orden de Carlos III, entre 1761 y 1770, tras el terremoto que destruyó el Castillo de Montesa.
Espacio de referencia, cima del neoclasicismo, esta obra de Miguel Fernández realizada a la manera de su maestro Sabatini, al que acompaña "el más elegante y bello templo de Valencia" según el Marqués de Cruïlles, ha permanecido inaccesible a los ciudadanos. Su uso como sede de la Delegación del Gobierno hizo que por evidentes motivos de seguridad fuera prácticamente vetado. Y la situación no va a mejorar.
El Palacio del Temple a finales del siglo XIX. FOTO: ARCHIVO J. DÍEZ ARNAL.
Tras ordenar a los funcionarios desalojar en 2011, en junio de 2012 comenzaron las obras de remodelación del edificio que iban a durar 30 meses. La aparición de restos de la muralla islámica obligaron a replantear los trabajos y los paralizaron. Oficialmente no se ha informado de que se hayan retomado desde entonces. Como mínimo tardarán de dos a tres años en terminarse. En semejantes condiciones, nadie se plantea establecer un régimen de visitas.
4. EL PALAU DELS VALERIOLA
Se estima que fue construido entre los siglos XV y XVI, pero como otros muchos edificios góticos, su aspecto actual es deudor en buena parte de la intervención que sufrió en el siglo XVIII por parte del arquitecto Felipe Rubio el Mayor. Entre los usos históricos que ha tenido ha sido sede de la Academia de los Nocturnos, el círculo literario que creó Bernardo Guillem Catalá de Valeriola en 1591 y que se reunía todos los miércoles por la noche, de ahí su nombre. Entre los que asistían a dicho círculo se hallabanGuillem de Castro, Gaspar Aguilar y el hoy olvidado Jerónimo Virúes. También fue sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País.
Declarado en 1972 Monumento Histórico Artístico fue rehabilitado en 2006 por Manuel Leyva y estuvo a punto de ser residencia para los visitantes ilustres de la Copa América, pero en 2007 Vicente Rambla tomó posesión de él como sede de la Conselleria de Presidència y desde entonces ha pasado a formar parte del catálogo de inmuebles que albergan consellerias. En la actualidad es sede de la Conselleria de Vicepresidencia. Ahí es donde se puede ver a José Císcar cada mañana. Desde Vicepresidència admiten que no existe un régimen de visitas pero señalan que existe una cierta permisividad con los turistas y curiosos que desean visitar el patio interior. Desde el Consell se llegó a plantear sacarlo a subasta, al no ser muy operativo.
5. PALACIO DE LOS ESCRIVÁ Y BOIL
Es un palacio gótico cuya planta se organiza mediante un patio central alrededor del cual se distribuyen las diferentes dependencias. Fue casa solariega de los Escrivà, un linaje valenciano que se inició con Guillem Benllochl'escrivà, secretario de Jaume I. Ya en el siglo XVI Juan Escrivàemparentó con Jerónima Boíl, cuyos escudos son unos de los rasgos distintivos del edificio. Se trata posiblemente el caso más peculiar de todos los BIC's, porque como recuerda José Ignacio Casar Pinazo, "se trata de una vivienda particular".
FOTO: J. DÍEZ ARNAL.
El inmueble fue también sede de la Sociedad de Amigos del País a partir del siglo XVIII, momento en el que se crearon sus amplios balcones y se cegaron elementos góticos que no fueron recuperados hasta una restauración llevada a cabo ya en 1976. Uno de los aspectos más llamativos del palacio es la puerta gótica de acceso. Atravesando ésta, el visitante se halla frente a un patio cubierto del que nace la escalera que conduce a la planta noble. En el interior aún se conservan techumbres y artesonados de madera.
6. CONVENTO DE LA TRINIDAD
Por primera vez en casi un milenio el Convento de la Trinidad está deshabitado. Desde que las monjas clarisas lo abandonaron a principios de 2014 para instalarse en la Puridad, de la misma orden, el monasterio está vacío. Jaime Sancho se lamenta de ello. "¿Qué más quisiera que poder decir quién lo va a ocupar?", se pregunta. En este momento dice que el Arzobispado busca una comunidad religiosa que se instale allí. En cuanto vuelva a estar ocupado, anuncia, volverá a poder visitarse a demanda "lo que hasta ahora se podía visitar".
Fundado en 1242 como convento y hospital por la orden de los trinitarios, su esplendor se asocia a dos siglos después, cuando pasó a manos de las clarisas. En plena eclosión económica de la ciudad, el convento "acabado y majestuoso" en la descripción de Cruïlles, fue uno de los epicentros de la vida cultural. Entre 1463 y 1490 fue su abadesa sor Isabel de Villena y fue médico de la comunidad el poeta Jaume Roig y allí profesó y fue sepultada también la infanta María de Aragón, hija natural de Fernando el Católico.
7. PALACIO DE JUSTICIA.
La sede del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, por donde han hecho el paseíllo ante los medios algunos de los imputados más famosos de la Comunidad Valenciana, es junto al Temple una de las construcciones del XVIII más destacadas de la ciudad de Valencia. Fue Casa de la Aduana Real ya que en aquel entonces la parte más cercana de la ciudad al mar era esa zona. La obra se inició en 1758 "bajo la dirección deFelipe Rubio, albañil, y de Tomás Miner, naturales de Valencia", relata el Marqués de Cruïlles. El edificio, "de lujosa y elegante arquitectura" según el marqués, con esculturas de Ignacio Vergara, se inauguró en 1808 y a las 26 años de su apertura se transformó en fábrica de tabacos y llegó a dar trabajo a "cuatro mil mujeres y cincuenta hombres".
El Palacio de Justicia, en los tiempos que era fábrica de tabaco. FOTO: ARCHIVO J. DÍEZ ARNAL.
No fue hasta 1914 que pasó a desempeñar su función como sede del Palacio de Justicia. Desde entonces hasta la actualidad ha estado vetado a los ciudadanos. Declarado Monumento Histórico Artístico desde 1982, ocupa una superficie de más de tres mil metros cuadrados. Casar Pinazo autor en 1999 de una monografía sobre el edificio junto a Mario Aristoy Albert,lamenta que por su actual cometido sea uno de los grandes desconocidos y en este sentido recuerda su gran valor como edificio típico de la Ilustración. Algo que no pueden comprobar la mayoría de los ciudadanos en vivo.

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